domingo, 18 de mayo de 2014

NOCHE XIX







Imaginar que la conjunción
De una fecha y un deseo puede llevarnos
Más allá de la realidad es ignorar áridas
Estadías en alucinantes desiertos durante
Días y noches como un anacoreta enamorado.

Acudir a su llamado es saber
Que en sus brazos hay un abril profundo
Donde arde una rosa y se consume
Sin perdón su vida en los avatares
De días sin sentidos y noches de abandono.

Pero vencen mis sentidos mis sentidos vencen
Mis días sin ella son como un barco ebrio
Navegando en un mar de amargura llevando
En mi corazón una Troya destruida y humillada
Por la furia de una pasión griega.

Y ya en la dulce costa de su cuerpo
Saber que el vuelo del colibrí es firme
Y que las Montañas de la luna son pródigas
En leche y miel como si allí nacieran ríos siderales
Es tener la revelación de que el Paraíso

No es una metáfora sagrada sino un fragmento
De la realidad en donde su corazón y el mío
Son esferas de fuego que se funden para siempre.
¡Feliz noche amada! Que los más violentos latidos
De tu colibrí en mi mano te llenen de placer.
                                                            27 de abril de 2014

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