domingo, 29 de septiembre de 2013

Arrodillado ante el alba






Y ya en el lecho
sentiste que tu cuerpo se abandonaba
a una quietud de rosa profunda?
Y luego, tu pensamiento recordó
una sucesión de besos deteniendo el tiempo,
ofrendas para celebrar el amor en el lado
oscuro de la luna
o un universo de caricias que nos hizo creer
que éramos sephirots del árbol de la vida?

¿Y qué motivó tu sonrisa de gioconda
en ese instante de evocación?
¿Qué detalle, 
con sus oleadas de ternura y energía,
te hizo temblar de nuevo 
que hasta tus huesos parecieron arder?
Quizás en ese mar de sensaciones
tu memoria fue una estela de fuego
al rememorar las furias de tus sentidos
queriendo alcanzar la plenitud
de tu maravillado cosmos.

¿O tal vez tu percepción de esas horas trajo
a tu mente formas reflejadas
en un espejo..? Dos cuerpos
buscándose en un acto amoroso
tratando de evadir por siempre
las íntimas trampas de la realidad.

Puede ser que la persistencia
de tu memoria haya llevado a detenerte
en ese momento de dulzura que es sentir,
bajo las sábanas, la respiración de tu vientre,
tu aliento de ángel escapado de las sombras
para amar en la luz y alegría de la mañana.

Por mi parte, no he dejado de pensar
y soñar contigo... Que
arrodillado ante una flor del alba,
me diste a conocer
el erotismo del Bolero de Ravel!!!
                                  Del 22 al 26 de sept 2013





Sucede, a veces....












Sucede, a veces, que los dioses 
no te acompañan. Están celebrando
una traición entre ellos o una
metamorfosis de sus elegidos.

Sucede, a veces, que la energía
del universo no te protege contra
el ojo perverso de la escoria; pues hace
destrozos en algún lugar del planeta.

Sucede, a veces, que Dios duerme
en un punto de la eternidad y sus ángeles
juegan a embriagarse y descuidan nuestros
pasos acechados por el Mal.

Sucede, a veces, que lanzamos cartas
de corazón sobre el azar de las horas
y la jugada se te vuelve 
espadas clavadas donde más duele.

Sucede, a veces, que vemos un jardín
maltrecho, le hacemos nacer una rosa
y seguimos adelante sin importar
si dejamos allí la piel o el alma.

Sucede, a veces, que hay días y noches
con banderas de victorias
o pañuelos de dolor y amanecemos
sin luz y sin fuerza como el morir.

Sucede, a veces, que hay sábados
con sabor a cenizas, domingos con aires
de misa compartida y nos quedamos
esperando ofrendas o algún placer canalla.

Sucede, a veces, que provoca estar
en el vacío, dejando pasar la vida;
pero llega un recuerdo de amor
rebelándose ante tanta indiferencia.

Sucede, a veces, que somos tan golpeados
por los seres más amados y no
nos damos cuenta, volteamos
la página y seguimos la danza del hastío.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Tríptico de un sueño roto




 
 I
Durante días y noches soñé
con susurros de olas sobre una costa lunar,
con sirenas de cruceros cargados de quimeras
zarpando hacia el lugar más bajo del planeta,
con catedrales y sus liturgias de amor y esperanzas,
con caminos empedrados en donde todavía
retumban pasos de exploradores y corsarios,
con palabras desconocidas y miradas escrutadoras,
con décimas que hablaban de un poeta
abandonado en la playa más triste del Caribe.

  II
Durante lunas y lunas imaginé una realidad
con sus complejidades, sus alegrías, sus ritos,
sus posibilidades de amaneceres y un sol haciendo
llover estrellas sobre el horizonte del mar.
Creí que viviría íntimos momentos de otoño
en tu cuerpo y en un alarde de pasión y entrega
mis labios y mi lengua
escribirían en tu alma el salmo secreto del amor.
Sí, durante lunas,
cuando mi corazón en su más perfecta soledad
soñaba con tu grito de hada e imaginaba
luz y alegría como una fiesta en el paraíso.
                
  III
Todos tenemos las llaves de la felicidad y la desdicha...
El pensamiento se convierte en acto por la voluntad
y la acción. Los deseos nadan en nuestra psíquis
como peces atrapados en la red
de las tinieblas de la mente. ¿Es tan frágil el fuego
de nuestro pensar que apenas un soplo de aire negro
apaga su llama? Ahora me acosan incesantemente

imágenes de un mar de amargura que va
y viene con sus olas salvajes,  naves que naufragan,
catedrales que se derrumban, empedrados
levantándose, puente roto, lluvia oscura,
realidad que castiga y hiere.
Entonces los sueños mueren y la poesía sangra...