Dios, el
azar y el destino, que tal vez
Sean lo
mismo, como una santísima trinidad
De lo
absoluto, urden las secretas tramas
De
nuestros días para que la vida tenga
Sentido y
la realidad sea una fantástica
Locura de
tiempo y espacio, causas y efectos.
Este
domingo tiene aires de resurrección. Hay un
Revuelo de
dolientes mariposas en mi estómago,
Y esto no
es más que una metáfora para la tensión
Que me
produce la idea de que hoy leeré su cuerpo
Con mis
dedos y en su alma escribiré un poema
Con mis
besos, mi espíritu y mi amor por ella.
Y henos aquí,
en un lugar que en mi fantasía
Es una
habitación del palacio de Sintra. De lejos
Viene una
música y ella danza queriendo integrarse
A los
ritmos de mi corazón. La alzo desnuda en mis
Brazos y
recorro la estancia reviviendo el mito
Del toro
blanco que raptó a Europa.
Ahogado
en fábulas seculares, recorro con mi lengua
Las praderas de su vientre, su monte de Calíope
Con su
corona dorada. Escucho sus quejidos
De sacerdotisa
que entra en éxtasis y espera alucinada
La
entrada del verso rojo en sus entrañas.
Toda
pasión encierra algo de dolor, susurro en su oído
Palabras amantes,
palabras que me vienen de mi sangre
Y de mis
huesos, palabras que quieren decirle que nada
Tiene que
temer, porque estoy allí para que se sienta
Dueña de
mi vida y de mi futuro incierto.
El dolor
dio paso al placer, al éxtasis, al dos en Uno.
El hombre
en su infinita búsqueda de trascendencia
En un día
como hoy, con super luna, con sus perseidas
O lágrimas
de San Lorenzo, creó el Edén y lo pobló
De ríos
prodigiosos, de Lilith, de Eva, de Adán,
De una
manzana, de un árbol del saber, de una
Serpiente.,
de ángeles y de la caída. Ella es todo eso.
10
de agosto de 2014
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