He soñado un otoño
Viendo
las olas del mar
Besar
las piedras de la costa
Esa
marina que tus ancestros
Celebraron
con una copa
O
un canto del alma
Contemplando
los cruceros
Izar
sus banderas
De
ilusiones para navegar
Hacia
otras bahías de esperanzas
He
soñado un otoño
Besando
tu boca
Mientras
mi cuerpo se estremecía
Por
la brisa que venía del ardiente ártico
Y
las estrellas más brillantes de África
Irradiaban
su luz sobre el esplendor
De
tu rostro tan amado
He
soñado un otoño
Explorando
con ternura
Tus
Montañas de la Luna
Recorriendo
el desierto
De
tu vientre como si fuera un nómada
En
busca de un oasis para
Mitigar
la sed que siempre
Me
acompaña cuando estás lejos de mí
Sí
he soñado un otoño
Viviendo
una épica del espíritu
Sintiendo
en la palma de mi mano
El
feroz latido del colibrí venciendo
El
tiempo y la historia de fríos amaneceres
Pero
la serpiente que yace
En
la voluntad y en los negros corazones
Sacó
su bífida lengua
Para
envenenar ese otoño íntimo
Ahora
contemplo sus ruinas
Y
siento un vacío dentro de mí
La
poderosa mano de tu ausencia
Ahoga
mi pasión sin piedad
En
mi mundo interior un árbol
Deja
caer frías hojas de silencio
Y
qué solo me siento
Estoy
como coyote sin ventana
Gato
sin tejado
Y
como toro sin luz y noche callada…
20 octubre
2013
Y es que acaso me importa ser la única que se atreve a expresar un comentario ante tan digna obra? ... Eres tan cercano que seria cruel decirte maestro... Me encanta, logro imaginarme en esa orilla, en esa playa ... Sublime y disfrutando. Un abrazo y gracias por tan amena lectura.
ResponderEliminarNo es la única, Jewini. Y sin duda, orgullosa debe estar la musa que inspira al poeta.
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