Ella
salió en la tarde a caminar
o
a encontrarse consigo misma...
Sintió
un aire de liberación en su rostro
y
respiró hondo, alivió sus tensiones,
pero
su corazón delataba un sentimiento
reprimido
por excesos de costumbres.
Su
memoria recuerda sus pasos
por
costeras rúas de una pérola
que
un enamorado bardo bordó de fantasía.
Ahora
en su paisaje no hay leviatanes
ni
aladas viudas.
En
ese entonces, ella y su sombra,
volvían
a su red tejida de familiares
lazos
y ley, única razón de su vida.
Ahora,
tiene un paisaje, cuyas calles
no
tienen el fervor de unas olas
acariciando
detalles memorables,
ni
un cielo y un mar
que
forjen una sola línea de fuego,
sino
el agrio
perfume
de un jardín marchito
y
la magia alucinada de un secreto.
Como
una torcaz, susurró su deseo;
sabe
que hay un recodo en la curva
de
las horas y que allí la espera
su
destino de Eva o Julieta.
Llegar
a ese territorio es entregarse
a
otro ritmo de la existencia,
al
goce del amor que es la esencia
de
la vida como dijo William Blake.
Por
un momento su pasado y su futuro
convergieron
en el lecho
para
construir un presente
imaginado
en sus eclipses sensoriales.
El
espacio de amor se transmutó
los
cuerpos produjeron un incendio
en
las praderas del corazón
y
los íntimos quejidos de placer
se
volvieron sonoridades de estrellas
y
su vientre se convirtió en un cáliz
donde
lo sagrado y lo profano
se
unieron para entonar una variante
del
Cantar de los Cantares.
Pero
su conciencia
detuvo
ese río interior que viene
de
su esencia, de su sangre y de sus huesos
y
vuelve a su tiempo, a su realidad,
a
su árida quietud, negándole a su ser
el
devenir que es la sustancia
del
pensamiento y de la vida.
Del 16 al 21 de marzo de 2013
cerodriguezs@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario