Atrás
quedaron los días áridos,
Las ásperas noches de insomnios,
El
aire asfixiante de tu silencio
Y
el duro ayer de tu ausencia.
Volver
a la ternura de tus brazos
Es
regresar a la rosa de tus labios,
A
las delicias de tus amados pechos,
Sentir
el ardiente temblor del colibrí.
En
la magia de la noche que nos une
Navegamos
entre la ficción y la realidad.
Tú
sueñas con soles, veranos y plenitud.
Yo,
escribir un poema para tus ojos
Que
comience en una esquina del Paraíso
De
tu cuerpo y una aventura intelectual,
Que
perdure hasta el fin de nuestras vidas
Y
en la memoria universal de Dios.
En
el instante sagrado de la íntima luz
Y
después de la ofrenda feliz, el ensayo
Del
abrazo místico se nos escurre por el alma
Como
promesa que nos quema y nos consume
Ya
tus besos corren por mi sangre
Y
tu aliento es una tempestad en mi corazón,
Tus
palabras de amor ya están en mi espíritu
Y
tus manos ya saben lo que quiero…
Agosto
entre el 25 y 27 de 2012
cerodriguezs@hotmail.com
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